En septiembre, unos 11.500 adultos que asisten a cursos en el Instituto Nacional de Lenguas (INL), comenzarán su curso en dos pabellones en el antiguo refectorio de la Escuela Europea en Kirchberg.
Las obras están justificadas “por el estado ruinoso de la fachada”, dice Danny Frank, portavoz del Ministerio de Desarrollo Sostenible. Han aparecido múltiples grietas y el yeso está dislocado debido a los materiales que se utilizaron en la construcción.
La aplicación de un panel aislante de bería arreglar estos problemas. Las autoridades van a aprovechar la oportunidad para sabear el edificio a nivel energético y para crear una extensión de la planta baja y así aumentar el número de aulas.
Los trabajos se llevarán a cabo respetando todo lo psosible las características del edificio.
Con el traslado de los estudiantes, los trabajos se puede realizar de una vez. Comenzará en el segundo semestre de 2015 y la duración de los trabajos se estima a 24 meses.
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